Gestión de la catástrofe (El Adelantado de Segovia)

01/12/2009

Tassica, una empresa segoviana, implanta tarjetas de triage para mejorar la operativa de los servicios de emergencia.

Gestión de la catástrofe (El Adelantado de Segovia)

Sanitariamente, se considera un Incidente con Múltiples Víctimas (IMV) un siniestro cuyo número de heridos desborda las ambulancias medicalizadas y sus equipos desplazados para la atención in situ de las víctimas. Para hacerse una idea, en Madrid se considera un IMV un siniestro con 25 heridos, en Segovia uno con unos 10.

En casos así los problemas se concatenan. Algunas de las asignaturas pendientes son realizar triajes adecuados que prioricen la atención sanitaria, centralizar y estructurar una información adecuada que permita anticipar decisiones, facilitar una trazabilidad de los afectados, entre otros.

El segoviano Alberto Montarelo, médico de familia especializado en urgencias y emergencias, es una autoridad en tales situaciones. Junto a su socio, Carlos Sierra, ha creado una empresa, Tassica, que bascula sobre una revolucionaria tarjeta de triaje profesional, que aúna las ventajas de un formulario exhaustivo con la unificación de los protocolos de actuación  y el traslado de la información por toda la cadena movilizada, desde el primer triaje al ingreso hospitalario.

Imaginen un accidente con decenas de heridos. Lo primero es un diagnostico de situación de heridos y movilización de recursos. Entre el caos, el impacto psíquico de la tragedia, y situaciones logísticas imposibles los problemas se multiplican. "Por señalar un aspecto, el personal debe informar de forma rápida y concisa de cuantos heridos tiene y en qué condiciones están para movilizar los medios idóneos", explica Montarelo. Si toda esta información se recopila de viva voz entre los diferentes equipos operando sobre el terreno, el caos es seguro. La tarjeta resuelve esa cuestión de un modo fácil y sistemático sin aparejar complicaciones añadidas de cumplimentación de datos al personal.

Tras estabilizar lo siguiente es un segundo triaje de evacuación. Un herido rojo es el de máxima urgencia de evacuación y junto al herido viaja una parte de la tarjeta con los datos de tratamiento efectuados, mientras otra parte se queda con el equipo para centralizar la información.

"Así conseguimos unificar protocolos, no es preciso una formación altamente especializada, a la vez, la información fluye adecuadamente y se optimizan los medios disponibles y se garantizan la trazabilidad de la victima, cada eslabón sabe que tal sujeto fue evacuado a tal centro, y se optimiza el tiempo de respuesta", señala Montarelo, que ha estado en primera fila en catástrofes como el vuelo 5022 de Spanair o el 11M. El sistema se está implantando en  el Suma de Madrid y su vocación es convertirse en un stándar para todos los servicios de emergencias.

"Nuestro modelo de negocio no es comercializar la tarjeta -explica Sierra- sino impartir la formación inherente a su aplicación. De hecho, a medio plazo nuestro objetivo es consolidar en Segovia un centro de formación específico en estas emergencias".