El pasado viernes, 4 de octubre, iniciamos la IX edición del Máster Universitario en Urgencias en Montaña y Medios Inhóspitos. Durante la jornada, también nos despedimos de los alumnos de la edición anterior. Ha sido un año enriquecedor, lleno de desafíos, logros compartidos y momentos memorables. Cada uno de ellos ha dejado su huella en nuestra comunidad.
Cristina Rodríguez Martínez quiso compartir su experiencia a través de una emotiva carta que refleja la esencia de lo vivido:
“No estoy acostumbrada a hablar en público, pero hoy no es cualquier público. Gran parte de vosotros ya sois familia, esa con la que decidí compartir mi vida desde hace 12 meses en este mismo salón. ¡Y vaya 12 meses!
Quiero empezar con el cabeza de familia: gracias, Juan Antonio, por habernos aguantado. Hemos sido quejicas, impuntuales y un poco tramposos a veces… Pero lo hemos sabido compensar con alegría, cariño y compañerismo. Y si no, que le pregunten a José Luis, un tío 5 estrellas, como a ti te gusta, que te mereces 25 diplomas y el premio a la mejor transmisión nunca antes vista en un máster junto a tu equipo:
Joserra: el mundo es enorme, pero la vida nos ha llevado a coincidir puerta con puerta en pleno Madrid. Gracias por la facilidad con la que fluyes y lo sencillo que haces todo.
Igor: la mejor incorporación de última hora que jamás habríamos imaginado, siempre listo para cualquier bombardeo.
Parce: nuestro MUMMI internacional afincado en Barajas, que nos pusiste a prueba desde el primer momento. ¿Acaso no veníamos a aprender de rescate?
Santi: nos has enseñado el significado de la palabra equipo. Gracias a ti, sabemos que, aunque el objetivo aparente sea llegar a la cima, lo que importa es llegar todos, llegar juntos.
Y Marta, gracias por habernos presentado a tu novio Álex, a quien hemos abrazado como un MUMMI más. ¡Ya sabéis que nuestro outfit para la boda será con arnés y casco, pero sin presiones!
Aunque la alineación de este equipo es difícilmente superable, compite directamente con nuestros Monetes. Arturo, Clau, con vosotros hemos visto crecer el amor; ya estáis equipados para recorrer todos los caminos de la vida.
En ningún buen partido pueden faltar las animadoras, esas amigas al pie del cañón que nunca fallan:
María: eres toda dulzura, pero no te olvides de traer siempre a Trini contigo. Sois un dúo mágico que convierte cada noche tranquila en un buen karaoke.
Blanca: nuestra pequeña Blanca, ¡pero qué grande eres! Has sido nuestro cable a tierra, dándonos cordura en los momentos que más lo necesitábamos.
Sofi: ¡menuda energía! Eres la niña de las pilas inagotables, la que, después de pasar una de las peores noches, se levanta con una sonrisa de oreja a oreja diciendo: “¡He dormido genial!”. Qué suerte compartir esa experiencia contigo a los pies del Urriellu.
Por supuesto, siempre nos acompañan las madres más divertidas, Itziar y Dámaris. Entre broma e ingenio, escondéis un corazón que ilumina a todos los que os rodeamos.
¡Ojo! También tenemos nuestras propias patrocinadoras:
Carmen: auténtica generadora de necesidades, nos has dado la sabiduría de la “Jacopedia” y nos has quitado el miedo a decir “te quiero”.
Raquel: no hay pared que se te resista ni sonrisa más pura en todo el grupo. Nos habéis hecho pasar de Quechua y Simond a North Face y Arcteryx. ¡Nada mal!
Formando parte de la delegación del club están Sara, Irati, Ana y Sonia, quienes han traído las mejores anécdotas a todos los talleres.
Y falta nuestra capitana, la recientemente ascendida Comandante Aida, líder indiscutible de las pistas de baile y los pasos prohibidos.
Tampoco me olvido de Marta, afortunada de convivir con dos promociones de MUMMIs. Exprime esta experiencia al máximo, ahora junto al pequeño Miguel.
Para cada jornada de liga, he necesitado dos buenos compañeros de viaje:
Guille: aunque tu reloj marca distinto al resto, contamos contigo para salir ilesos de cualquier aventura, desde una cresta hasta un festival de música.
Cris: eres serenidad y sabiduría, siempre presente para cuando las cosas se tuercen y necesitamos seguridad.
Todos hemos sido copilotos durante cientos de kilómetros. Nunca lo olvidaré. Lo dijimos en Jaca: copilotos en este temporal.
Por cierto, ¿sabéis qué autovía une Albacete con Madrid?
¿Qué sería de un partido sin espectadores? Quiero terminar agradeciendo a nuestra espectadora incondicional, siempre animándonos desde la primera fila. Campeona de la última Carrera de Alpedrete, corrías tan rápido que te crecieron alas. Nunca dudamos de que eras un ángel de luz inagotable. Te echamos de menos, Alba.
Os quiero mucho, MUMMIs 8.”
Cris.